¿Qué es el dinero? Esta pregunta tan simple conlleva una profunda reflexión. ¿Por qué surge el dinero? ¿Cómo ha evolucionado a lo largo de los años? ¿Es el dinero actual un “buen dinero”?
Todas estas preguntas y muchas más las iremos tratando en diferentes posts, para intentar dar una visión que nos haga reflexionar sobre algo que todo el mundo codicia, el dinero. Todo contado de una forma amena y sin muchos tecnicismos, abierto a todos los públicos.
Origen del dinero
Una de las preguntas que me hice ya hace muchos años fue qué era lo que tenía entre manos cuando tocaba un billete de cinco euros o jugaba con una moneda de cincuenta céntimos. Aquellas pequeñas cosas de papel y latón tenían un poder especial. ¿Cómo es posible que con una moneda pudiera ser intercambiada por una pelota de fútbol? ¿Qué tiene de especial ese disco de metal?
Pues bien, para entender lo que es el dinero, hemos de remontarnos mucho tiempo atrás. Como todo en la vida, las costumbres y formas de organizarse de una sociedad han ido avanzando a lo largo de la historia. Todo a base de prueba y error. Y sobre todo de errores.
Todo empezó cuando el ser humano descubrió técnicas productivas que le permitieron crear y almacenar bienes de una forma nunca vista. La agricultura permitió que, destinando parte del tiempo a sembrar y cosechar, se obtuvieran gran número de bienes que había que almacenar y custodiar. Por primera vez en la historia se produjo un excedente de producción. Esto permitió que las civilizaciones se asentaran en pequeños territorios y dejaran atrás su vida nómada.
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que había que hacer algo con todos aquellos bienes que se producían y no se consumían, porque perecerían y todo el esfuerzo realizado en producirlo se iría al traste. Surge así el primer contacto con el comercio. Las comunidades decidieron intercambiar productos que tenían de más por otros que necesitaban porque no los podían producir.
De esta forma, había comunidades que producían tomates y los intercambiaban con otras que producían sal, por ejemplo. Pero claro, pronto se dieron cuenta también de otro problema. ¿A cuántos tomates equivale un tarro de sal? Eso se podía resolver mediante un acuerdo según las necesidades básicas de cada comunidad, pero ¿qué hago si no puedo cambiar luego la sal que he intercambiado por otro elemento que necesito para que mi comunidad sobreviva, como el maíz? Además, todos los elementos que intercambio son perecederos y perderán valor o caducarán al cabo de unos pocos días…
Esos problemas de esta actividad llamada trueque fueron los desencadenantes de que las comunidades buscaran algún medio de pago para no tener que cambiar tomates por sal y viceversa.
Surge así el primer dinero. Los seres humanos se dieron cuenta de que había ciertos elementos en la naturaleza que eran escasos, no perecederos y que casi todas las comunidades respetaban o codiciaban. No porque fueran a servirles para producir más alimentos o extraer más piedra de las canteras, sino porque veían valor en ellos.
Así, en cada parte del planeta surgieron diferentes medios de intercambio, como piedras en territorios donde escaseaban las canteras, conchas donde no existían mares o metales preciosos como el oro o la plata.
Estos últimos, con la invención de la acuñación de las monedas, se convirtieron en las primeras “unidades de cuenta”. Cada moneda tenía inscrita su valor y peso de forma inequívoca para evitar fraudes y se usaron como “medio de pago de uso general”, dando lugar a los primeros sistemas monetarios de la historia.
Así pues, todos los imperios antiguos tenían su propia moneda. En la Antigua Grecia usaban la dracma, en Roma el denario, en el imperio español el Real de a Ocho (nombre que se ha usado para esta cuenta, RA8 Finance, como indica este enlace al post) y el dólar de Estados Unidos como divisa más importante en la actualidad.
Así surge el dinero. El ser humano hizo de la necesidad una virtud y creó un elemento que ha llegado hasta nuestros días.
Pero ¿todos los elementos que hemos comentado anteriormente, como las piedras o las conchas, han sobrevivido en la actualidad? ¿Qué es necesario para que algo se considere dinero?
Las propiedades del dinero
Hasta ahora hemos ido descubriendo el camino que el ser humano recorrió hasta encontrar elementos que le sirvieron como dinero a lo largo de la historia. Sin embargo, no todas las formas de dinero han sobrevivido hasta la actualidad.
¿Qué propiedades debe tener un material para ser dinero y no desaparecer? Pues bien, hay tres características básicas que toda forma de dinero debe poseer, que son la unidad de cuenta, medio de pago generalmente usado y reserva de valor.
¿De qué nos sirve el dinero si no podemos cuantificarlo? Pues bien, la unidad de cuenta hace referencia a esto. Se trata de crear un consenso entre todas las partes implicadas para expresar el valor de un activo. En el caso de la moneda, que su peso en oro valga una cantidad acordada por todos. Así, surgen monedas de distintos valores en función del peso en oro o plata que contenían. Ya tenemos una referencia establecida para basar el comercio de los tomates o piedras.
Ahora, solo hace falta que esa moneda de oro sea utilizada por el resto de las comunidades: la segunda propiedad del dinero, que tenga un uso generalizado. Así, se crea un sistema robusto y de difícil sustitución por otro. La base de toda economía próspera.
¿Y qué pasa si esa moneda de oro pierde valor con el tiempo? ¿Se seguirá usando? La tercera propiedad que debe tener el dinero es que sea capaz de transportar su valor a lo largo del tiempo, es decir, ser una reserva de valor.
Cuando los europeos llegaron a las islas del Pacífico y se dieron cuenta de que las tribus locales usaban piedras como dinero, lo primero que hicieron fue traer piedras de otras zonas para comprarles todo lo que tenían en la isla. Así, la abundancia de piedras hizo que el valor de estas cayera en picado y nadie las quisiera, pues ya no eran escasas. La piedra perdió valor al cabo de muy poco tiempo y dejó de usarse como dinero.
En cambio, el oro escasea y su producción es muy lenta y costosa, por lo que la oferta está limitada a un incremento anual muy bajo. Esto le permite ser un bien escaso y, por tanto, de valor, por lo que fue el elegido para hacer las veces de dinero durante siglos.
Sin embargo, la evolución de la historia y de la economía tuvo un giro radical en el siglo XX. ¿Qué es lo que pasó con el dinero?
Evolución del dinero a lo largo de la Historia
La acuñación de monedas y su valor en función del peso del oro o plata que contenían sirvió como forma de dinero durante siglos. El oro era difícil de encontrar y escaseaba, por lo que era un excelente medio de reserva de valor.
Con el nacimiento de los Estados a partir del siglo XVII, cada uno de ellos impuso su propia moneda. Así, cada sociedad de cada Estado tenía una economía basada en distintas unidades de cuenta. Y todas ellas perfectamente definidas en función del peso en oro y plata que contenían.
Sin embargo, para el ciudadano de a pie era muy incómodo portar monedas de oro. Así y entre otras muchas casuísticas, con el paso del tiempo, se empezaron a crear bancos donde depositar las monedas de oro y así realizar las labores de custodia, con el fin de evitar robos y saqueos. La historia de los bancos se remonta al siglo XV, pero no nos adentraremos en esa madriguera ahora.
Con todo, se empieza a extender por Europa una nueva forma de portar las pesadas monedas de oro. Los ciudadanos que guardaban sus monedas en los bancos recibían papeles que certificaban que valían tantas monedas de oro. Surge así el papel dinero. Era una especie de recibo que acreditaba al poseedor que el valor de ese propio papel valía tantas monedas de oro como había en su cuenta bancaria. Su historia en realidad se remonta a la Antigua China, pero eso os lo dejo a vosotros para que indaguéis.
Aquí debemos parar un momento, porque este cambio es radical.
Para darnos cuenta del cambio, los ciudadanos dejaron de pagar con monedas de oro y empezaron a usar “recibos” bancarios que intercambiaban por otros bienes. Para evitar distintas unidades de cuenta, se regularizó el sector bancario para que todos ellos emitieran los mismos “recibos” o billetes, los cuales estaban respaldados por tantas monedas de oro que cada ciudadano tenía guardado en su banco.
Surge así lo que se llama el Patrón Oro. Cada billete emitido por el banco tenía un valor equivalente en monedas de oro. Esto supuso un avance colosal a nivel económico en todo el mundo. Se proporcionaba así un tipo de cambio fijo, pues cada billete emitido por cada banco estaba respaldado por una unidad de cuenta que era aceptada por todos, el oro.
A todo esto y al mismo tiempo, se crearon los llamados Bancos Centrales, que eran una serie de bancos apoyados por los gobiernos para que lideraran al sector bancario del momento y, de paso, financiar a los propios gobiernos.
De este modo, los gobiernos fueron legislando en favor de que solamente fueran los bancos centrales los que tuvieran la potestad de emitir nuevos billetes respaldados por oro. En otras palabras, eran los bancos centrales los que, teniendo unas reservas de oro estipuladas, podían emitir tantos billetes como la relación papel-oro les permitía. Se convirtieron en los bancos de bancos, pues también suministraban liquidez al resto de entidades bancarias privadas. Surgen así estas entidades que pasarán a ser fundamentales en la historia del dinero del siglo XX.
Esto ahora puede resultar impensable, pero en aquella época, cualquier ciudadano que se acercaba al banco podía cambiar su billete por tantas monedas de oro.
El periodo de vigencia del Patrón Oro duró desde las Guerras Napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial en el que, como muchos expertos defienden, la cantidad de guerras que hubo a nivel mundial fue muy inferior a la de tiempo pasados. Además, el nivel de inflación en los diferentes sistemas monetarios fue ínfimo, pues no se podía devaluar la moneda por el gobierno de turno al estar respaldada por oro, lo que dio al mundo una estabilidad económica nunca antes vista. Para más inri, durante este tiempo se produjeron los mayores inventos de la historia de la humanidad, como la introducción a la energía eléctrica, los primeros automóviles, el teléfono, el cine… ¿casualidad? Eso lo dejo para la reflexión del lector.
Sin embargo, una serie de sucesos mundiales hizo que este Patrón Oro se fuera pervirtiendo a lo largo del tiempo. ¿Qué es lo que sucedió realmente?
La creación del dinero fiat
Toda forma de dinero siempre ha estado relacionada con la historia que el mundo ha vivido en cada momento. Y el tiempo el que perduró el Patrón Oro estuvo relacionado, cómo no, al devenir de los hechos históricos que acontecieron en el mundo a principio del siglo XX.
Los Bancos Centrales se convirtieron, en apenas dos siglos, en los únicos capaces de emitir dinero (respaldado por oro). En otras palabras, en apenas 200 años, los bancos centrales pasaron de ser una fuente de financiación de los gobiernos a ser entidades independientes que permitieron crear una economía estable y predecible en el tiempo. Como dato para la historia, la Reserva Federal de los Estados Unidos fue creada en 1913.
Sin embargo, todo empezó a cambiar a principios del siglo XX. La Primera Guerra Mundial supuso un enorme gasto público y los Bancos Centrales (como marionetas de los gobiernos) empezaron a emitir billetes sin estar respaldados por oro para financiar las guerras de los diferentes Estados. Esto provocó un caos monetario posterior.
Así pues, en 1922 tuvo lugar la Conferencia de Ginebra, en un intento de los países por volver al Patrón Oro. Al finalizar la guerra, todos ellos estaban convencidos de las bondades de este sistema, que había permitido tener una economía estable durante más de cincuenta años antes de la Primera Guerra Mundial.
El grupo de expertos concluyó que era imposible volver al Patrón Oro primitivo y se estableció el Patrón cambio Oro, que hacía más elástica la oferta monetaria de los países. Lo que se decidió fue que los bancos centrales pudieran tener, aparte de reservas de oro, otro tipo de divisas (libra esterlina y el dólar, las dos grandes naciones ganadoras de la Primera Guerra Mundial) que respaldaran la emisión de nuevos billetes.
En 1929, solo cuarenta y seis países abrazaron el Patrón cambio Oro. El resto de los países seguía distintos sistemas con tipos de cambio de monedas flotantes., con el problema cambiario que esto significaba.
Dicho de otra forma, se pervirtió el sistema del Patrón Oro original y el dinero dejó de ser escaso. Ya los billetes no estaban respaldados en relación 1-1 con el oro y además ya no hacía falta que esos mismos billetes estuvieran respaldados solamente por oro. Un cambio en la forma de ver el dinero papel total.
El sistema se fue pervirtiendo cada vez más con el tiempo, creando ineficiencias entre los diferentes países, que hasta hace setenta años podían intercambiar sus divisas por las de sus vecinos de manera rápida y directa. Ahora era mucho más complicado, produciendo problemas de intercambio en el comercio internacional.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se impuso claro dominador global en detrimento de Reino Unido y surgió un nuevo orden mundial.
En 1944, el Hotel Mount Washington situado en Bretton Woods, Estados Unidos, tuvo lugar la conferencia de líderes mundiales que sentaría las bases de un nuevo orden económico: la Conferencia de Bretton Woods. Allí se propuso la creación de instituciones supranacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para preservar la estabilidad económica mundial. Pero lo que realmente supuso Bretton Woods fue el alza del dólar estadounidense como divisa internacional (respaldada parcialmente por oro).
Con el paso de los años, por decisiones de la Reserva Federal y de los gobiernos de turno, la relación dólar-oro se fue diluyendo con el tiempo hasta que, en 1971, acorralado por la necesidad de liquidez para hacer frente a la Guerra de Vietnam, Richard Nixon puso fin a la convertibilidad directa oro-dólar.
Esto supuso un cambio de paradigma respecto a toda la historia del dinero que hemos visto hasta ahora. Por primera vez, el dinero emitido por los Bancos Centrales no estaría respaldado por el oro, creando así el dinero fiat (o dinero por decreto). Surge así una nueva forma de dinero, el cual no necesita de ningún respaldo que él mismo y que puede ser emitido a discreción del gobierno de turno.
Hemos pasado de un dinero basado en un material con oferta anual creciente pero estable y predecible a un dinero cuya oferta es ilimitada y dependiente de terceros. Esto tiene infinidad de implicaciones, pero la más directa es la creación de inflación. A más dinero en circulación, por regla general, más valen las cosas. Esto estaba limitado hace siglos por la relación papel-oro, pero hoy en día eso es cosa del pasado.
Ahora piense y eche la vista atrás a toda la historia del dinero y de cómo hemos llegado hasta este punto. ¿Por qué es el Estado el que tiene el monopolio de la emisión de dinero? ¿Qué consecuencias puede tener este monopolio en el ciudadano de a pie? ¿Por qué los gobiernos actuales necesitan la inflación? ¿Cuál es el futuro del dinero?
A partir de aquí ya son elucubraciones y futuribles. Mi opinión, en la segunda entrega.